Blindaje. Morir de dolor.
- entrevosyelcaos
- Nov 13, 2024
- 2 min read
Conocerte fue hacer yoga en un tiroteo. Mi vida siempre fue caótica, extraordinaria y llena de drama. Siempre fui triste, vos tenías todo lo contrario. Un orden anormal típico de un detallista perfecto, y un montón de sonrisas para sacarme. Hacerme tu amiga fue arte de magia, teníamos mucho en común. Más de lo que me gustaría. El amor empezó en secreto, hablábamos horas y siempre de algo diferente. Siempre me empujaste a enfrentar el mundo, aun cuando yo era tan sensible y eso implicaba terminar envuelta en un nudo de alambres. El amor empezó despacio como quien hace un castillo de agujas, y fue tan catastrófico como una bomba. Nunca más volví a ser la misma, nunca más creí en vos, ni en lo nuestro, ni en mi. Tu violencia me alejo de mis amigos, de mis sueños. Vivir en Londres era algo impensable ahora, estudiar en la universidad era cruel, yo era un accesorio para tus sueños pobres. Una esposa trofeo, una novia linda pero no más que eso. Una novia que perdona las infidelidades, los enojos y los insultos. Deje de ser humana para ser persona, y deje de ser persona para limitarme a algo tan triste como ser tu mujer. Quise sentir tu amor aún cuando eso implicaba que me duela, porque te amaba, te amaba demasiado. La mayoría de mis recuerdos están bloqueados, afronté muchas guerras tomada de tu mano. Aún sin saber que mis heridas venían de tu espada, y que yo al final no importaba. Pensar en amarte me hace infeliz, pensar en los amigos que fuimos parece lejano. Pasaron solamente cuatro años desde la última vez que fuimos novios, después del vomito por nerviosismo, después de tener que mentirles a todos con que me encontraba bien cuando en realidad me estabas matando. Pasaron cuatro años desde que me morí. Me hubiese gustado vivir un poco más, no es justo morir de amor a los dieciséis. Pero te agradezco, porque uno nunca vuelve igual después de morir de dolor, y si bien hoy no soy quien me gustaría, al menos se lo que no quiero. Iba a decirte que te extraño, pero en realidad, extraño a quien yo era cuando estaba a tu lado. Extraño los sueños que mataste, an mis tobillos sin alambre, extraño cuando los tatuajes no me ocultaban el mapa de cicatrices que me dejaste en el alma.
«hasta insultándome me parecías tan tierno, Ese es el poco respeto que me tengo. Me insultas hasta cuando duermo, tú sigue jodiendo, me van a comer mis nervios.»
-Elvira
Comments