flaca
- entrevosyelcaos
- Nov 19, 2024
- 2 min read
Chilecito, 16 de noviembre de 2019
Querida Guada o Flaca:
Alguna vez ya hice esto con vos; alguna vez hasta caminé hasta tu casa para darte algo como esto. Vos fuiste en cierta parte la que inicio todo esto de las cartas. Pero bueno, no me interesa en esta carta traer a consideración los buenos momentos vividos en el pasado ni aquellas fotos que nos sacamos en el portón de tu casa cuando aún cargábamos el título de novios. Hoy no me interesa averiguar el por qué terminamos ni si deberíamos intentar algo en el futuro, eso lo tendremos que conversar con un helado o algo de por medio que no sea tinta y papel.
Ahora me toca un poco despedirme, ya sabes que me voy de la escuela y que obviamente vos te quedas aquí. Como las palabras sé que también te quedarán es que te digo esto de nuevo… te amo mujer.
Y ojo que no lo digo con intención de algo particular sino que lo hago por la calidad de gente que sos; porque sos única y tenés un carácter que genera eso en la gente. Quién te conoce te ama. Nunca pierdas eso. Nunca pierdas el encanto de poder enamorar a alguien sin la necesidad de que te conozca a fondo. Nunca.
Desde que terminamos debo admitir que te observé y hablé de vos en muchas ocasiones. Con mis amigas, familia y otras personas. No era algo buscado, simplemente se daba así. Y siempre llegaba a la misma conclusión de belleza natural en tu ser. En todo lo tuyo. Observé las vivencias que tuviste con tus amigos, con tu tribu y con vos. Nunca entendí como alguien tan linda y pura en su ser pueda ser considerada como una “chetita agrandada” solo por el ambiente en el cual se mueve. Creo que vos sos eso que transmitís en el día a día y no un fruto de suposiciones hecha una sobre la otra.
Te vi triste y alegre. Te escuché reír y llorar. No creo que haya sido el único, pero vos si lo fuiste para mí aunque por ahí nunca te des cuenta. Creo que sufriste y sufres mucho. Incluso cuando sonríes con tus ojos verdes achinados hay algo que me huele a tristeza; y eso, aunque no me creas, me duele. Me duele porque no te lo mereces. No te mereces ni una pizca de sufrimiento (aunque, desde mi perspectiva, yo te dañe y mucho).
Te pido, no como despedida ni nada por el estilo, que me dejes estar en tu vida durante todos los años que sean posibles. Quiero acompañarte mientras camines por tu vida. Que ante cualquier cosa que te pase esté cerca para ayudarte a solucionar tus problemas.
Solo te pido que aunque pasen todos los días, meses, años y lo que quiera que pase por nosotros. Te pueda seguir acompañando.
Que vos puedas seguir riéndote y alegrando a todos los que tienes a la vuelta.
Que en tu sonrisa y en tus ojos achinados solo se encuentre alegría. Sin necesidad de que nada externo. Solo vos. Y toda tu genial forma de ser.
--Anónimo
Comments