para una profe

Chilecito, 15 de noviembre de 2019

Profe Violeta:

Yo la conocí a usted antes de mi llegada al colegio, por las voces que resonaban en mi familia las cuales traía mi hermano en sus primeros años. Estas hablaban de su exigencia al ir muy veloz entre los contenidos exigiendo a sus alumnos al máximo de sus capacidades… y eso me gustó. 

La tuvimos en el primer día de clases y yo ya sabía de su ritmo para dar los contenidos por lo que me adapté muy rápidamente. Siempre fui alguien que le gustaron las ciencias exactas, matemáticas me gustaba por su lógica y a medida que pasaron las clase pudimos ir construyendo una linda relación entre alumno y profesora. 

Es la única docente que tuvimos durante los seis años.

Es la única que nos acompañó fehacientemente a lo largo de toda nuestra carrera secundaria por lo cual eso ya de por sí representa un logro que nadie volverá a cumplir con ningún alumno. 

Pero quitando lo bien que me sentía en sus clases gracias a su ritmo que se adaptaba bastante bien al mío. Esta carta está hecha para destacar un aspecto mayor a la educación que usted nos brindó y este es, traer a esta hoja y a estas letras, todos los mensajes que a lo largo del año nos fue dando. Es de las pocas docentes con las cuales puedo decir que comparto ciertos ideales. La única que, sin darse usted cuenta, aporto a que mis luchas dentro del curso en el que estaba sean más sencillas.

Sus comentarios respondiendo a temáticas que les incumbían a todos por igual eran de gran valor. Tal vez  porque no eran reiterativos ni tediosos sino más bien exactos y, para mí, escasos. 

Por los comentarios dentro del curso, me siento en la obligación de informarle que esta apreciación aunque salga de mis letras no es exclusiva. A lo largo de los años no solamente llego a mi persona; usted, profe, logró calar en la gran mayoría de los alumnos del “A” sino de todo sexto que, aunque en un comienzo muchos la criticaron por su modo de dar clases ya dije en párrafos anteriores que fue cuestión de acostumbrarse para empezar a quererla como, a día de hoy, todos la queremos.

Muchas gracias a usted, profe Violeta, por hacer resurgir mis ganas de aprender matemáticas y ciencias exactas. Por esforzarse día a día en usted aprender contenidos para luego transmitírnoslos. Muchas gracias profe por ser la excelente persona que es. Por enseñarme aspectos que van más allá de los contenidos áulicos. Por incentivarnos a participar en los actos escolares logrando unirnos como grupo un poco más y consiguiendo que yo pueda obtener un sentido de pertenencia para con el colegio que de otra manera no lo hubiese conseguido.

Le estaré toda la vida agradecido por esto y por el cariño que me profesó durante todos estos años. Siempre quedará en mis recuerdos lo que usted y su docencia lograron generar, y cuando esté recibiendo el título de la carrera que elija seguir y consiga los objetivos que planeo conseguir, no dude que una parte de ese logro siempre le pertenecerá a usted y a lo que consiguió dejar en mí. 

Muchas gracias profe.